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Colombia. El vallenato nos contó su historia.

Por: Ronald Soto Toncel. Twitter: @ronaldsotoND

Cuando Jorge Enrique Arias de la Hoz recorría las calles de su natal Valledupar vendiendo chance, no dejaba de soñar en tener la fortuna de ganarse la lotería que él más quería: llegar al fútbol profesional.

En medio de las actividades diarias de ir al colegio y ayudar con trabajos para mejorar la economía en su casa, el defensor siguió su formación en el Valledupar FC, equipo con el que debutó en la B en 2010, llamando la atención de Independiente Medellín, club que lo fichó en 2011 para darle la oportunidad de jugar en Primera División.

El defensor luego se consolidó, vistiendo la camiseta de otros conjuntos importantes como Junior de Barranquilla y Olimpia de Paraguay. Ahora juega en el Deportivo Cali, elenco con el que este miércoles enfrentará precisamente al ‘Tiburón’ en el estadio Metropolitano.

El futbolista de 28 años, invitado a nuestra sección Esta es mi Historia, nos contó cómo ha sido su recorrido en el fútbol, anécdotas y otros detalles de su carrera.

¿Qué es el fútbol para Jorge Arias?
“El futbol es mi vida, es lo que se ha convertido en mi vivir. Gracias a Dios que me dio la oportunidad de llegar a ser profesional. Fue un sueño siempre desde pequeño llegar al profesionalismo. La verdad nunca dimensioné que Olimpia, un club tan grande de Sudamérica, me estuviera mirando y gracias a Dios se dio la oportunidad. Fue un proceso muy lindo de bastante sacrificio que hoy en día está dando frutos. Espero seguir haciendo esos sacrificios para llegar más lejos y llegar a todas esas metas que me he propuesto”.

¿Le tocó trabajar antes de ser futbolista?
“Bueno, te digo que yo he sido de todo en esta vida. Tuve una época donde vendí chance. Iba donde mi madrina y mi padrino a que me colaboraran, ellos hacían su chance. También hubo una época en la que mis padres vendían pasteles. Mi papá hacía todos los fines de semana y yo en mi bicicleta iba por toda Valledupar repartiendo los pasteles que le encargaban. Si no eran pasteles eran hallacas. Incluso en los entrenamientos. Cuando ya había debutado a nivel profesional en el Valledupar todavía iba en bicicleta a las prácticas. Fueron muchos sacrificios que van detrás de donde estoy hoy. Gracias a Dios me he mantenido y esto sirve para valorar el momento que está viviendo uno hoy”.

¿Le pagaban por esas actividades?
“Te digo que no ganaba ni un peso porque todas las ganancias se iban para mi papá y mi mamá. Recogía de 50, 60 mil pesos cuando salía. No es que saliera todos los días. Cuando mi papá podía ver que yo podía ir, entonces me mandaba, porque nunca dejé de lado el colegio”.

¿Practicó otro deporte cuando niño o siempre fútbol?
“Siempre fútbol. Estudiaba y pensaba en fútbol. Y siempre decía que quería ser deportista profesional, las cosas se dieron para llegar y me he mantenido”.

¿Siempre como defensor?
“Sí, siempre jugué como defensor. Jugaba como lateral izquierdo, una posición que conocí desde pequeño. Yo siempre fui lateral hasta 2007-2008 que el profesor Adolfo Prescott en la Selección Cesar juvenil decidió colocarme de central. Me adapté muy bien a la posición, me gustó mucho y como siempre me caractericé por ser un jugador bastante técnico, me sentí bien y de ahí no me moví”.

¿Cómo fue su proceso hasta llegar al profesionalismo?
“Siempre hice mis divisiones menores en el Valledupar FC, ya cuando tenía 14-15 años. Se me dio la oportunidad de debutar en la B cuando tenía 17 años y ahí comenzó el Medellín a hacerme seguimiento. Me fue muy bien, siempre fui muy buen respaldado por los cuerpos técnicos en su momento en el Valledupar y dado a ello Medellín siempre estaba haciendo el seguimiento, me iba muy bien y me ficharon”.

¿Cómo fue ese momento en el que le anuncian que se va para Medellín?
“Te digo que fue cinco días antes de irme para Medellín, porque ya el seguimiento venía desde hace medio año. Recuerdo que fue un martes y me dicen: ‘ya el viernes viajas para Medellín, que el DIM te va a contratar. Y yo: ‘¿cómo así?’ Yo la verdad no sabía. Incluso me dice a mí es un entrenador que ni siquiera era del Valledupar, el profesor Ever García fue quien me dijo: ‘anda, la embarré, te tenían que decir ellos’. Cuando ya llegué a la casa los mismos dirigentes del Valledupar comenzaron a informarme que ya la negociación estaba hecha, que preparara las cosas para irme a Medellín”.

¿Le costó adaptarse a la nueva ciudad y el equipo?
Fue bastante difícil, vivir siempre al lado de mis padres y llegar a otra ciudad. De Valledupar a Medellín es un salto cultural bastante alto, entonces al principio fue difícil porque estar solo, lejos de mi familia, primera vez que me aventuraba a salir a cumplir mi sueño, fue difícil. Pero también tenía la mentalidad de que esa oportunidad no se iba a volver a dar y me mentalicé más en hacer ese sacrificio de estar solo, lejos de mi familia y tener la mentalidad de ser profesional, que ponerme a llorar o ponerme a decir '¿por qué estoy aquí solo?’. Solamente se me metió a la cabeza seguir allá y luchar por mis sueños. Y gracias a Dios lo logré.

¿Quién fue el técnico que le dio la oportunidad de debutar con Medellín?
El ‘Teacher’ (Guillermo) Berrío, el profesor me dio la oportunidad de quedarme en Medellín, le gustó mucho el trabajo que hice cuando me vio en los entrenamientos y gracias a él también debuté como profesional.

Y el debut fue contra el que sería su siguiente equipo...
Sí, así es. Debuté contra Junior en Barranquilla el 16 de noviembre de 2011. Me acuerdo que Junior tenía un gran equipo cuando eso, Carlos Bacca, Luis Carlos Ruiz, ‘Vlacho’ (Vladimir Hernández) estaba en sus mejores momentos. Perdimos 4-3.

¿En qué año se consolidó en la titular del DIM?
Bueno, en 2011 debuté pero no jugué más partidos, tenía la oportunidad de ir concentrado, pero no jugué más. En 2012 ya estaba el profesor Hernán ‘Bolillo’ Gómez y él siguió viéndome, me dijo que iba a contar conmigo, que le gustaba, y en la fecha 9, en ese entonces fue un clásico, yo iba siempre concentrado, pero nunca había jugado nuevamente y me da la oportunidad de jugar como lateral por la lesión de un compañero que se lesionó ante Nacional. Me preguntó: ‘¿tú has jugado de lateral? ‘Sí, yo conozco la posición’, le respondí. Y ahí me colocó y comencé a jugar de lateral, en la posición que conocía. Hacía mucho que no jugaba, pero la conocía y me afiancé muy bien. En 2012 tuve la oportunidad de llegar a la final con Medellín, lastimosamente la perdimos con Millonarios por penales.

¿Cómo fue esa experiencia de ser dirigido por un entrenador mundialista como ‘Bolillo’ Gómez?
Mucha alegría, el profe transmite mucha alegría, tiene mucha experiencia, tiene muchas anécdotas que a un joven como yo le causaban gracia. Ahora que uno está un poco más grande comienza a ver y a pensar que en ese entonces eran consejos que te van quedando, le aprendí mucho y ahora valoro más las palabras que me decía, que el sacrificio, que el fútbol era con papa y yuca como él dice. La forma de entrenar de él era casi siempre de táctica, entonces esos son como ADN que se te van quedando y que vas aprendiendo de un técnico que es mundialista. Siempre voy a estar agradecido con ese gran entrenador.

¿Cómo se dio la oportunidad de llegar a Junior?
En 2015 tuve más continuidad como central y me fue muy bien. El profesor Alexis Mendoza vio que en los partidos que jugué contra Junior me fue muy bien y de ahí quiso contar conmigo. A mí me presentaron la oferta y la verdad uno al ver que Junior lo quiere se emociona. No soy hincha de Junior, pero siempre he expresado que le hago mucha fuerza por ser de la región, por todo lo que transmite Junior en la Costa Caribe. Entonces dije: ‘si se da la oportunidad y llegan un arreglo, claro que yo voy sin problema’. Presentaron la oferta el 4 de enero de 2016 y me dicen en Medellín: ‘listo, devuélvete, no vayas al entrenamiento, recoge las cosas que te vas mañana a Barranquilla’.

¿Qué tal la experiencia con Alexis, un DT que conoce mucho su posición?
Me fue muy bien con el profe Alexis, un técnico con el que también estaré eternamente agradecido, conoce la posición, mundialista. Aprendí muchísimo con él. Se dio la oportunidad de ser llamado a un microciclo de la selección Colombia. Llegamos a la final frente Medellín.

En esa final se lesionó durante el partido de ida...
Sí, yo jugué el primer partido y en el entretiempo el profesor Alexis decide sacarme porque me ve afectado por la lesión. En Medellín estaba con la ilusión de querer jugar, pero no estaba al 100 % por la lesión. Yo quería jugar porque era una final que quería ganar, venía haciendo un gran semestre, quería salir por primera vez campeón también porque siempre se me había negado salir campeón. Pero el profe decidió no llevarme al juego de vuelta y la verdad a mí me dolió muchísimo, lloré muchísimo, pero son cosas del fútbol que sirven de experiencia. Más adelante tuve la oportunidad de salir campeón con Junior y también con Olimpia”.

¿Se enteró que algunas personas dijeron que usted se hizo el lesionado en esa final porque ya sabía que volvería al DIM?
Sí, muchas personas que son ignorantes de lo que pasó en ese entonces dicen que yo no quise jugar la final. Obvio que quería jugarla, ya fue decisión del técnico, porque si jugaba en Medellín quizá no aguantaba el primer tiempo, por eso el profe tomó la decisión de no llevarme. Yo jugué la final en Barranquilla y muchas personas dicen que yo no quise jugar. Lastimosamente se perdió, me dolió bastante por la ilusión de salir campeón por primera vez en mi carrera, fue muy doloroso.

¿Por qué no se quedó en Junior en 2016?
“En ese entonces Junior quería comprarme, pero la cláusula que se firmó estaba muy alta, eran 3 millones de dólares y Junior como que no tenía ese presupuesto en ese entonces para quedarse con mis derechos. Por eso volví a Medellín y después de un año Junior arregló la parte administrativa y pude regresar a Barranquilla. Tenía la ilusión de volver”.

Regresó a Junior en la etapa en la que comenzó la racha de triunfos del equipo...
“Sí, fue el inicio del proceso que está rindiendo sus frutos, fue muy linda la oportunidad que me brindó Junior de regresar en el segundo semestre de 2017, de jugar, de comenzar ese proceso y salir campeón en la Copa Colombia frente a Medellín. Fue como la base para los triunfos que consiguió Junior más adelante. También está el deseo de volver y salir campeón por Liga si algún día se da la oportunidad de regresar. Me quedé con ganas de ser campeón con Junior en la Liga”.

¿Qué tal la experiencia de formar una pareja de centrales con otro zurdo?
Sí, en Junior muchos partidos jugamos con Alexis Pérez, también tengo muy buena relación con él. Una cosa que es rara, atípica en el fútbol, se ven siempre dos centrales derechos o un izquierdo y un derecho, pero dos zurdos es difícil verlo. Hacer pareja con él fue muy bueno, nos complementábamos muy bien, hicimos un gran semestre los dos y siempre queda como esa imagen buena que dejamos. Siempre he dicho que la mejor dupla que he tenido ha sido con él, espero algún día que el fútbol más adelante nos una y ojalá nos dé la oportunidad de jugar nuevamente juntos.

¿A usted le tocaba hacer las veces de derecho?
Sí, yo jugaba por el perfil derecho y él jugaba por su perfil natural, nos complementábamos. Alexis en su perfil lo hacía muy bien, cuando él cometía errores yo lo cubría y cuando yo cometía errores él me cubría. Hicimos un complemento muy bueno y con un gran entrenador como Alexis Mendoza que se sabía la posición por todo lo que vivió como futbolista. Nos daba como ese secreto y esas cosas que son elementales en el fútbol para sacar provecho en los momentos decisivos.

¿Cómo se dio el paso a Olimpia de Paraguay?
En su momento pensé que una oportunidad de salir al fútbol extranjero era muy escasa. Pero llega una muy buena oferta y a un grande como Olimpia es muy difícil decirle que no. Me llamó mucho la atención que querían contar conmigo. El profesor Daniel Garnero dijo que él me hizo el seguimiento durante ese semestre que tuve la oportunidad de jugar con Junior contra Olimpia”.

¿Cómo le fue teniendo como compañero a un futbolista como Roque Santa Cruz?
Fue fundamental. Es un jugador con mucha historia futbolística. Un referente, no solamente en Olimpia sino en el fútbol paraguayo. Es un jugador ejemplar, un líder con el que día a día aprendes de él en su forma de entrenar, de hablar, de querer salir campeón. Son personas que miras y te dan ganas de seguir”.

¿Y con Emmanuel Adebayor?
Es un jugador que rompió los estigmas de las contrataciones aquí en Sudamérica. Pero llegó y lastimosamente entró la cuarentena en el momento donde se estaba comenzando a adaptar. Es muy alegre.

¿Usted aprendió algo de guaraní?
“Muy poco, lo que uno escucha diariamente a los compañeros porque se utiliza muchísimo en Paraguay. Aprendí algunas palabras. Cuando se juega con equipos extranjeros eso es una ventaja. Por ejemplo, en un tiro de esquina entre los compañeros que hablan guaraní se diga algo en guaraní y que el rival no te entienda es sacar ventaja en esa situación, entonces siempre se saca ventaja cuando se juega torneos internacionales”.

¿La Selección sigue siendo un sueño pendiente?
“Sí. Con el profesor Néstor Pékerman tuve la oportunidad de estar en un microciclo. Fue corta la experiencia, pero fue muy provechosa. Son conceptos que van marcando. Fue mucha la enseñanza que tuve, siempre le agradecí por la oportunidad de acercarme a la Selección. Es un sueño que siempre he tenido, estar en un partido de Eliminatoria, hay que trabajar para eso”.

¿Qué le enseñó Pékerman?
Por ejemplo, me decía que cuando íbamos atacando no me enfocara en la pelota, sino mirar cómo quedaba el equipo parado para un contragolpe.

¿Cuál es el mejor técnico que ha tenido?
Alexis Mendoza es el entrenador con el que mejor me he sentido. Igual de todos los entrenadores uno aprende. He tenido muchos, pero el que más me ha marcado ha sido el profesor Alexis.

¿Cuáles son los mejores amigos que le ha dejado el fútbol?
Varios, Hernán Pertuz, Didier Moreno, Yairo Moreno... tenemos mucho contacto. (José Luis) Chunga también es como un hermano para mí, lo conozco hace mucho tiempo.

¿Y es cierto que Chunga era de los más ‘pesados’ en las concentraciones en Junior?
Sí, era uno de los que más molestaba cuando estaba en el Junior. Eso era un desorden en las concentraciones, uno no podía descuidarse porque perdía.

¿Qué hacían?
Mojaban el colchón, le volteaban los zapatos, le quitaban los cordones, los mojaban, hacían de todo. Vladimir, Leiner Escalante, Jarlan (Barrera). Jhonny Ramírez ¡Uy! Jhonny era pesado también. Conmigo no se metían mucho, lo normal, me escondían el celular, cosas así, pero cosas pesadas nunca me hicieron.

¿Cuál es el compañero que más le ha sorprendido por su juego?
A mí me sorprendió bastante cuando estuve en Medellín la manera de jugar de Juan Pablo Pino. Es el que más he impresionado de ver su estilo.

¿El delantero que más le ha costado marcar?
En su momento con Jefferson Duque, que llevaba una racha muy buena de goles en Nacional. Tenía un momento futbolístico bastante bueno y fue difícil. Cuando jugué contra Roque Santa Cruz fue bastante la diferencia que marcaba, más que todo por arriba, gran cabeceador. Un jugador que ya no está en la plenitud de su carrera, pero con lo que tiene marca la diferencia.

¿A quién le ha dado la patada más fuerte?
“Bueno, no fue patada, fue sin querer queriendo... A Jhonny Ramírez en la final contra Millonarios. En un tiro de esquina él tira como a darme, yo salto y le caigo encima a propósito y le rompo una costilla falsa. Lo sacaron de ese partido.

¿Qué le dijo después cuando fueron compañeros en Junior?
Jhonny me recuerda eso cada vez que tiene la oportunidad. ‘Niño, me sacaste de la final por malo, por mal intencionado, me sacaste. Niño, tú me tiraste a dar’. Le respondo: ‘yo te caí encima con ganas y no sabía que te ibas a salir, que llorón eres’.

¿Con Teófilo Gutiérrez tenía sus ‘duelos’ en las prácticas?
Con ‘Teo’ cuando estaba en Junior siempre decía que él chocaba, es decir, una tocaba la pelota y él después de uno haberla tocado lo chocaba, lo empujaba o le metía una patadita; como él lo hace en los partidos a veces. En los entrenamientos pasaba, entonces eso me calentaba y le alegaba: ‘ojo, que tú eres delantero y yo soy el defensa, tú recibes de espalda y te voy a levantar’. Y él me respondía: ‘¡dale, dale!’ Algunas veces sí lo levantaba, él también me pegaba, pero son cosas que se viven en el mundo de fútbol, está uno compartiendo diariamente con compañeros y suele pasar. Ahí discutíamos, pero ya después que se acababa el entrenamiento nos echábamos a reír de eso.

¿A cuáles defensores mira para aprender?
Sergio Ramos, Virgil van Dijk, Mats Hummels, son jugadores de los que veo muchos videos de cómo se mueven, cómo tienen la visión para jugar. Son futbolistas que están en la élite y que se han mantenido mucho tiempo entre los jugadores top del mundo. Cada vez que juegan uno aprende algo.

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