Medellín. Es ex concejal de Medellpin es el invitado a Esta es mi historia.
Por: Ronald Soto Toncel.
Pudo haber cumplido su sueño de niño de ser futbolista profesional, estuvo cerca, ya que por un tiempo entrenó con el Once Caldas, pero Simón Molina Gómez confiesa que le faltaron las ganas y la disciplina necesaria para ser un deportista ejemplar. Pero eso que le faltó en el deporte sí lo ha tenido en la política, por eso pudo llegar al Concejo de Medellín durante dos periodos, ser funcionario de la Alcaldía y también la mano derecha del alcalde Federico Gutiérrez.
El antioqueño es el invitado a Esta es Mi historia, donde nos contó parte de su vida y nos habló de su sueño a largo plazo de ser alcalde de la capital de Antioquia y a corto plazo llegar al Congreso de la República.
¿Quién es Simón Molina Gómez?
Esa siempre es una pregunta muy difícil, porque hablar de uno es complicado. Pero yo soy una persona apasionada con las cosas que hago. Soy un enamorado de Medellín, he trabajado muchos años por esta ciudad, por su gente. Me considero un muy buen amigo, soy muy buen amigo de mis amigos. Soy una persona tranquila, me gusta tener buenas relaciones con la gente. Me considero una persona realmente bastante normal. Me gusta mucho estudiar los temas que me interesan, me gusta ser una persona que está bien formada de los temas cuando quiere hablar y más en lo público. Soy un enamorado de la política. He trabajado mucho por Medellín y estoy convencido de que siempre las cosas se pueden hacer bien.
Y es un hombre de deporte también...
Sí, claro. El deporte tiene una historia muy importante en mi vida. La verdad, yo crecí en el mundo del fútbol. Yo desde muy pequeño jugué fútbol, sigo jugando aún con los amigos, todavía nos gusta ir a pegarle a la pelota. Jugué en muchos muchos torneos, en el Pony Fútbol estuve en dos finales, jugué en torneos de la Liga de Antioquia, en torneos interuniversitarios, intermunicipales... Estuve en el Once Caldas varios años.
¿Qué le enseñó el fútbol?
El fútbol tiene un aspecto muy importante en el desarrollo de mi vida en todos los sentidos. El fútbol me ayudó a formar mi personalidad, a conocer gente, a aprender a relacionarme bien, me enseñó a ganar y a perder, que creo que eso es muy importante. Me enseñó muchos valores, el trabajo en equipo, a manejar las emociones, las sensaciones, a tener disciplina. Realmente es como yo siempre lo digo, el fútbol es algo que me ha marcado a mí en la vida, es lo que más me ha marcado y es lo que más ha definido la clase de persona que yo soy.
¿Cuál es el primer recuerdo que tiene del fútbol?
Tengo muchos recuerdos con el fútbol, pero hay uno muy particular que a pesar que no lo recuerdo en la mente, lo tengo en una foto. Y es que yo siendo un bebé tengo una foto colgada en un columpio de esos que pegaban en las puertas, y mi papá con un martillo y una red en las que venían los balones me colgaba un balón al lado y yo siendo un bebecito en un columpio intentaba patear ese balón siempre. Entonces digamos que desde ahí creo que nació mi amor y mi amistad interminable con el balón. Esa es una de las cosas más importantes, aunque tengo muchos recuerdos en el fútbol cuando estaba joven. Tengo muchos amigos hoy, grandes amigos de la vida que me dio el fútbol, con los que jugué fútbol, que estuve en equipos con ellos y que hoy siguen siendo mis grandes amigos de la vida. También recuerdos de derrotas duras que uno cree que se le va a acabar el mundo. Yo tengo 44 años y llevo 44 años jugando fútbol.
¿Dónde comenzó a jugar?
Yo empecé muy joven jugando fútbol en el colegio. Estudiaba en Medellín en el Colegio Alemán, jugábamos Intercolegiados cuando estaba en la primaria. Y hay un hecho importante en mi vida y es que por unos motivos laborales de mi madre nos vamos a vivir a Yarumal, un municipio del norte antioqueño. Y ahí empezó más el fútbol competitivo, porque empecé a jugar en la selección infantil, después participé en el Pony Fútbol, participé dos años en las eliminatorias que se hacían en el norte y en el Bajo Cauca. Y clasificamos a las finales que se jugaban en esa época y se llamaban el Pony Fútbol, hoy se llama Baby Fútbol. Fui creciendo, empecé a jugar en las selecciones juveniles, desde muy joven empecé a jugar en la selección mayor, jugábamos el Torneo Intermunicipal, en el Norte primero y después uno pasaba a las finales. Y ya cuando terminé el colegio me vine a vivir otra vez a Medellín, a estudiar en la Universidad de Medellín. Empecé a jugar en la Liga, en el equipo de la universidad y empecé a hacer muchos goles, era el goleador del equipo. Y a los seis meses de estar ahí me sale la oportunidad de irme a jugar al Once Caldas.
Cuéntenos sobre esa experiencia con el Once Caldas...
Eso fue por allá en 1999, 2000, 2001, esos fueron como los años en los que yo estuve allá. Jugué en los torneos de la Liga de Caldas, en la Primera C. Tuve muchos momentos de entrenar en el equipo profesional. Pero en algún momento también tomé la decisión de dejar el fútbol para dedicarme a estudiar. Estaba en un momento de coyunturas que se dan en el fútbol, había llegado con un técnico, después sacaron ese técnico y ya no empezaron a tenerme tanto en cuenta. Por allá tuve un un paso muy fugaz en un equipo en La Dorada que estaba en la Primera C, pero no me acomodé mucho, no quise seguir en ese proceso y ahí decidí dejar el fútbol de manera competitiva.
¿Qué edad tenía?
Estaba muy joven, tenía como 20 años. Tomé la decisión de dedicarme a estudiar en la universidad. Jugué muchos torneos interuniversitarios y nacionales universitarios. Ahí ya era otro nivel, pero la prioridad de la vida no era el fútbol, sino que era la universidad, estudiar, formarnos. Después me dediqué a jugar otros torneos que se juegan en Medellín, en La Floresta, en Santa Lucía. Tenemos ahora este año un equipo en el torneo de Belén Rincón. Mi vida siempre transcurrió muy alrededor del fútbol, pero desde hace muchos años dejó de ser a nivel competitivo en el alto rendimiento, con esa disciplina de todos los días entrenar, madrugar y de todos los días estar alrededor del fútbol.
¿En cuál posición juega?
Yo juego de delantero. Yo fui muchos años volante de creación. Y ahí tengo como una historia, pues yo jugaba de volante de creación, estábamos en un torneo en Manizales de la Liga de Caldas y uno de los delanteros se había lesionado y no iba a jugar, era un partido de semifinales. El técnico, que en ese momento era (Carlos) ‘El Panelo’ Valencia, que jugó mucho tiempo en el Medellín a nivel profesional, me dijo: ‘Simón, vas a jugar hoy de delantero’. Jugué de delantero y marqué dos goles. Fui la figura del partido. Ahora cuando juego con los amigos lo hago de delantero, pero un delantero con buen pie, talentoso, porque fui volante 10 muchos años. Una de las virtudes que siempre tuve era que pateaba muy bien, cobraba bien penaltis, tiros libres, hice muchos goles de tiro libre, le pegaba bien al balón de afuera del área, entonces eso me ayudó siempre a ser muy goleador.
¿Cree que si hubiera insistido más en el Once Caldas o de pronto buscando la oportunidad en otro equipo le hubiera alcanzado el nivel para jugar en el fútbol profesional?
Yo jugaba muy bien, la verdad es que yo jugaba muy bien. Y tuve la oportunidad de jugar fútbol profesional, pero la verdad es que yo creo no era lo suficientemente sacrificado para ser jugador de fútbol. A mí me faltó disciplina, me faltó esforzarme más entrenando. Era talentoso, jugaba bien y confiaba más en eso, pero no en esforzarme en los entrenamientos. Y al final yo no quise insistir mucho, me decidí más por estudiar, por prepararme y dedicarme a hacer otras cosas. El mundo del fútbol es muy difícil, hay que perseverar mucho, hay que tener mucha hambre de triunfar en el fútbol para que salga uno bien. Y yo creo que a mí me faltó constancia y disciplina en un momento que era muy crucial.
¿Se arrepiente?
Yo miro hacia atrás y no veo eso con remordimiento ni con arrepentimiento. El fútbol me dio muchas cosas bacanas, me permitió conocer mucho. Jugué fútbol en todos los municipios de Antioquia y en muchas ciudades de Colombia. Los grandes amigos de mi vida los hice en el fútbol. Tengo muchos amigos en los barrios gracias al fútbol porque yo seguí muy conectado. He hecho política en Medellín siempre alrededor del fútbol, jugando en los barrios, conociendo amigos, teniendo equipos. Entonces digamos que yo no me arrepiento de eso, ni miro para atrás y digo: ‘hombre, yo hubiera querido ser jugador y entonces me frustré porque no fui futbolista’. No, el fútbol me dio muchas cosas buenas en la vida, muchas herramientas para entender cómo es la vida, para no frustrarse fácilmente, para aprender a asimilar las derrotas con tranquilidad, para aprender a asimilar las victorias también con humildad y con tranquilidad. Así que solamente tengo un recuerdo positivo de lo fue el fútbol en mi vida y nunca un pensamiento de remordimiento, porque yo siento que en lo que hago he sido una persona exitosa.
¿De esos jugadores con los que compartió en el Once Caldas, quién llegó a destacarse en el fútbol profesional?
Elkin Soto jugó conmigo y fue un gran jugador que jugó muchos años en Alemania y en la selección Colombia. También un delantero Efraín Viáfara y el lateral Edwin García.
¿Entonces dejó de lado el fútbol y se enfocó en los estudios?
Sí, ya me dediqué a la universidad y desde que estaba en la universidad me gustaba el tema de la política, el tema del liderazgo. Yo creo que esa fue una de las cosas que me dejó el fútbol. El fútbol me enseñó a relacionarme muy bien con la gente, me enseñó a ser líder, era líder dentro de la cancha, en los equipos era generalmente capitán. Yo creo que eso me fue formando el liderazgo. Y desde que empecé en la universidad me empezó a gustar la política, conocí al presidente Álvaro Uribe y arranqué un camino de participar, de hacer cosas, a trabajar en esos procesos sociales, políticos y de liderazgo. Me formé mucho, soy profesional en temas ambientales, después estudié un par de especializaciones, un par de maestrías, un doctorado. Me ha gustado siempre formarme para hacer las cosas. Yo creo que la gente y mi trayectoria habla por mí solo, no tengo que ponerme a decir los logros o lo que he hecho, sino que mi trabajo ha sido serio.
¿En qué momento decidió incursionar de lleno en la política?
Desde joven empecé a participar en grupos políticos y en campañas, en la campaña del presidente Álvaro Uribe, en otras campañas al Congreso, a las Alcaldías, a las Gobernaciones. Fui pensando siempre en que tenía ese propósito, me empezó a gustar y siempre me puse como un sueño inicial que yo quería ser concejal de Medellín. Después de que fui subsecretario de Planeación Ambiental y subsecretario de Servicios Públicos, que hice muchas cosas en muchos lugares de esta ciudad, sentí que podía ser un momento importante para ser candidato al Concejo. Yo fui concejal de Medellín dos veces por el Centro Democrático, el Partido de Uribe, y ahí he tenido siempre mucha cercanía y el apoyo de unos grandes amigos a los que quiero mucho, que son la senadora Paola Holguín y Juan Espinal, el representante a la Cámara. Con ellos hicimos un equipo muy importante en Medellín y pues me lancé, ellos me apoyaron también para que fuera candidato en ese momento y fui elegido concejal primero en una lista cerrada.
¿Cómo le fue en el Concejo?
Ahí hice un trabajo muy importante, eso fue en el primer gobierno de Federico Gutiérrez como alcalde. Fui un gran aliado desde el Concejo del gobierno de Federico, lideré las iniciativas más importantes de su gobierno, presenté muchas iniciativas y ahí me fui consolidando. Fui consolidando un trabajo y un reconocimiento en la ciudad que me permitieron después volver al Concejo ya con una de las votaciones más altas de la ciudad. Luego cuando volví al Concejo quedó elegido Daniel Quintero como alcalde y ya eso es historia, el desastre que dejó en esta ciudad. Yo fui el primer concejal que le hizo una oposición seria y de frente a Daniel Quintero, le puse muchas denuncias, denuncié muchísimo la corrupción, los problemas a nivel institucional, los malos manejos al interior de EPM. Siempre desde mi labor como concejal fui un gran defensor de EPM y del conocimiento técnico de esa empresa, de la calidad de la gente que trabaja allí, porque yo tuve la fortuna también hace muchos años de trabajar en las Empresas Públicas de Medellín. Es una empresa a la que quiero, que además ha sido el motor del desarrollo no solamente de Medellín, sino de Antioquia como región y del país. Entonces hice ahí una gran labor, presenté iniciativas muy importantes para transformar la vida de mucha gente en esta ciudad. Ya decidí después no volver más al Concejo sino unirme con Federico a montar su partido político Creemos y desde ahí vengo con él construyendo todo este proceso.
¿Cómo se dio esa cercanía con el alcalde para que haya decidido tenerlo como su mano derecha y de secretario privado?
Yo con Federico tengo una gran amistad. Lo conozco hace más de 30 años. Somos amigos, nuestras familias eran amigas, conocidas. Es una persona con una calidad humana impresionante, con ese don de gente, con esa cercanía. Yo soy un poquito menor que él, y como él sabía que a mí me gustaba la política siempre me aconsejó mucho, me acompañó y luego ya tuvimos la fortuna de coincidir él siendo alcalde y yo siendo concejal. Obviamente eso afianzó mucho más nuestra amistad y nuestro trabajo político conjunto. Yo me terminé convirtiendo en el concejal de mayor confianza del alcalde Federico en ese momento y ayudé siempre a liderar muchas iniciativas importantes en el Consejo, a dar los debates importantes de los temas más álgidos de la ciudad y ahí consolidamos mucho nuestra relación política. Luego cuando yo volví a ser concejal fui también un defensor del legado que había hecho Federico en la Alcaldía, defendí los programas que ellos habían hecho en ese gobierno y que habían tenido éxito en la ciudad. Y cuando Federico fue candidato a la Presidencia yo me metí mucho en su campaña, le ayudé a recorrer el país, lo acompañé a muchas regiones. A Federico lo quiero y lo admiro como amigo, pero sobre todo lo quiero y lo admiro como político, porque es un político coherente, honesto y tiene una cosa que es muy valiosa en la política y que es muy difícil de encontrar: es el mismo en público y en privado. Las mismas cosas que dice en público las dice en privado, porque tiene la convicción de que así son las cosas. Es un hombre honesto, con una preocupación sincera por los ciudadanos y por tratar de ayudar a la gente.
¿Usted declinó aspirar a la Alcaldía por él?
Cuando yo estaba en el Concejo en mi segundo periodo y después de haber pasado esa campaña Presidencial, yo tenía la intención de ser alcalde. Siempre he tenido el sueño de ser alcalde de Medellín y algún día lo voy a ser. Pero entonces en ese momento le dije a Federico que iba a renunciar al Concejo y al Centro Democrático para empezar una precandidatura a la Alcaldía, pero yo todavía no sabía si él iba a a decidir aspirar a la Alcaldía o no, pero que si él decidía aspirar, pues yo retiraba mi candidatura y lo ayudaba. Entonces arranqué en ese proceso y cuando ya él decidió que iba a volver a ser candidato conversamos, yo le dije que contara conmigo, que yo le iba a seguir ayudando. En ese momento él me preguntó si yo quería estar en la lista del Consejo de Creemos, pero yo decidí no volver al Concejo. Para mí esa ya era una etapa quemada, superada, ya había sido concejal dos períodos, ya había alcanzado una alta votación, ya había hecho muchas cosas ahí, quería tener nuevos horizontes y hacer otras cosas. Coordiné toda su campaña a la Alcaldía, fui el coordinador político de su campaña, ayudamos a conformar nuestra lista al Consejo de Creemos que hoy tiene ocho concejales, la bancada más grande de la ciudad. Ayudamos a conformar la lista a la Asamblea con cinco diputados, tuvimos un gran resultado también en esa selección. Ayudamos en la conformación de las listas a las Jales, acompañamos todo ese proceso de Creemos y obtuvimos la votación histórica más importante a la Alcaldía de Medellín con más de 700 mil votos que le dan a Federico una legitimidad y un mandato popular sin precedentes en esta ciudad.
¿Cómo le propuso que fuera su secretario privado?
Ya cuando llegó ese triunfo, Federico me dice un día: ‘Simón, yo quiero que estés conmigo al lado en este gobierno, que me acompañes de cerca, tu experiencia como concejal te da una mirada que creo que puede aportar mucho a nuestro gobierno’. Por la confianza que él me tiene me llamó y me invitó a que fuera su secretario privado. Yo trabajé con Federico desde el primer día de su gobierno hasta hace un par de meses que tomé la decisión de renunciar. Ha sido el mejor trabajo que he tenido porque la verdad es que yo al lado de él he aprendido mucho. A Federico lo admiro mucho y tuve la posibilidad de estar con él al lado tomando las decisiones más importantes de esta ciudad, enfrentando los retos y los problemas más complejos también al lado de él, ver cómo se toman las decisiones en esos momentos, acompañarlo también y aconsejarle. Darle la mirada de lo que nosotros habíamos recogido en la experiencia de tantos años trabajando por la ciudad y Federico siempre ha sido una persona que escucha, a mí me ha escuchado mucho.
¿Por qué renunció?
Estuve con él y ya en medio de todo esto también con los retos que está teniendo este país, con las dificultades que estamos estamos atravesando con este gobierno nefasto, tomé la decisión de salirme de la zona de confort, de estar ahí feliz trabajando por esta ciudad, para emprender un proyecto que nos permita llegar al Congreso de la República, a seguir trabajando, a poner nuestra experiencia al servicio, pero sobre todo a renovar el Congreso. Yo creo que Colombia necesita nuevos y mejores congresistas, más responsables con el trabajo y con sus ciudadanos. Y eso es lo que nosotros queremos llegar a hacer allá. Por eso tomé la decisión de renunciar, de postularme ahora a este proceso seguramente en la lista de Creemos a la Cámara de Representantes. Y voy a liderar ese proceso por todo Antioquia, tengo un gran reto y es trasladar todo ese trabajo que durante tantos años hice en Medellín y por la gente de Medellín, empezar a llevarlo a los diferentes municipios y a todos los rincones de Antioquia. Ahora ando feliz en este nuevo proyecto recibiendo el apoyo de muchos amigos, no solamente en esta ciudad sino en otros municipios que han visto nuestro trabajo, que creen en nuestra capacidad y en nuestra forma de hacer las cosas. Y sobre todo en una cosa que ha sido siempre muy importante para mí: yo hago política con la gente, sin maquinarias, pero siempre diciéndole la verdad a los ciudadanos y mirándolos a los ojos. Y eso es lo que vamos a seguir haciendo, tratando de aportar con nuestro conocimiento y con nuestro granito de arena a la transformación de Antioquia, a la transformación de nuestro país y sobre todo para que se renueve el Congreso, pero con la experiencia que ya hemos tenido también de haber liderado muchos procesos y durante muchos años el Consejo de la ciudad de Medellín.
¿Entonces el otro sueño grande de ser alcalde de Medellín esperará por ahora?
Sí. Para que volvamos a los ejemplos del deporte, para mí la política es una carrera de fondo y no de velocidad. Yo no tengo afán por ser alcalde, yo lo único que he querido siempre es donde estoy hacer las cosas bien, seguirme formando, seguir adquiriendo experiencia, seguir conociendo los procesos públicos, seguir dando mis ideas, luchando por por las convicciones que tengo y me parece que este paso que podemos dar para llegar al Congreso de la República va a ser importante también para tener otra experiencia, otro conocimiento para después volver a nuestra ciudad a tratar de cumplir ese sueño de ser alcalde. Entonces yo no veo que esté posponiendo o alejándome de ese sueño, sino que al contrario estoy recorriendo el camino que considero es el camino adecuado para poder en algún momento cumplir ese objetivo y poder ser alcalde de Medellín en algunos años.
¿Entonces podemos contar con que usted será un gran defensor del deporte en el Congreso?
Pues yo tengo esa sensibilidad, o sea, el tema del deporte mío no es una bandera de campaña. Yo no hablo de deporte porque quiera conseguir votos del sector del deporte. Yo hablo del deporte porque el deporte fue lo que me formó a mí en la vida, porque el deporte fue lo que me dio la posibilidad de conocer gente, de ser mejor persona, de formarme en muchos valores. Yo tengo una gran enseñanza en la vida que me dio mi padre desde que era yo un niño, nunca se me olvida y la apliqué toda la vida, y es que mi papá siempre me dijo: ‘Simón, si usted quiere tener amigos en la vida, siempre tenga un balón de fútbol’. Así crecí yo. A mí el fútbol me dio todo en la vida, los amigos, todas las cosas buenas. Entonces cuando yo hablo de deporte hablo desde la convicción, desde lo que el deporte fue para mi vida. Y de hecho tengo muchos ejemplos. Yo fui el autor del acuerdo municipal en Medellín que convirtió al Festival de Festivales en un evento de ciudad, y que lo institucionalizó como un evento de ciudad, eso fue un acuerdo municipal de mi autoría que yo propuse a la ciudad y al Concejo y que gracias al apoyo de muchos concejales hoy es una realidad. Yo he hecho cosas tangibles por el deporte sin necesidad de hacer populismo con el deporte para que la gente vote por mí. Por supuesto, desde cualquier espacio en el que yo esté siempre voy a trabajar para eso. Durante el gobierno de Federico participamos en todo el trabajo para que el Inder hoy vaya a intervenir más de 700 escenarios deportivos en esta ciudad y volvamos a tener escenarios deportivos de calidad. Para que el deporte se siga democratizando, para que siga habiendo escuelas de formación en los diferentes barrios, en los diferentes lugares, en este caso de Antioquia. Tenemos una falencia muy grande en el departamento y es que los municipios que tienen mucha escasez de recursos dejan el deporte por allá de último, porque hay otras necesidades importantes, pero en realidad cuando uno invierte en deporte uno está invirtiendo en todo: en educación, está resolviendo problemas de seguridad, de salud mental. Así que nosotros vamos a seguir haciendo esto con esa convicción que lo hemos hecho siempre. Y bueno, seguramente en medio de la campaña vamos a jugar partiditos de fútbol en muchos lados, en barrios, en municipios. Vamos a invitar a los amigos que han jugado fútbol con nosotros también a que nos ayuden a liderar estos procesos.
¿Nacional y Medellín es lo único que lo separa del acalde?
Sí. Ese es un enfermo por Nacional y yo no soy enfermo, yo soy un hincha moderado del Medellín. Pero te cuento la verdad, cuando uno ha jugado tanto fútbol deja como ese apasionamiento por los equipos. A mí me gusta el fútbol, soy hincha del Medellín, pero yo también voy al estadio a ver jugar a Nacional, me gusta ir al estadio, me gusta ver mucho fútbol y no tengo esa pasión que tienen los hinchas por sus equipos. Y con ‘Fico’ también he jugado mucho fútbol. Federico es un delanterito correloncito, correloncito. Le gusta y es un gran deportista. En el trote es un animal. En el fútbol yo juego mejor que él, pero corriendo yo no le sigo el paso. Ese es un animal para correr y para montar en bicicleta.
Pero usted también se le mide al atletismo...
Sí, ya uno tiene que ir encontrando otros deportes para mantenerse activo, bien de la salud y bien de la cabeza. El deporte me desconecta del día a día del trabajo, de los problemas, de las decisiones que hay que tomar, y he encontrado en el trote un aliado muy bacano con unas ventajas, porque para uno armar un partido de fútbol tiene que convocar mucha gente, tiene que depender del horario de las canchas. En cambio, uno para trotar sale solo en cualquier ratico y trota media hora, una hora, y con eso se despeja la cabeza. Entonces ahora ando muy engomado trotando.
¿Qué tan importante es la familia para usted en el proceso político?
La familia es fundamental. Cuando se mete en esto de la política el soporte emocional que uno tiene es la familia. Uno en la vida pública vive muchos momentos muy felices, pero también vive desazones. Este es un ejercicio complejo, a veces es mal agradecido y en esos momentos es donde siempre la familia está con uno, es ahí donde uno se refugia. Yo especialmente con mi esposa Natalia, que siempre me ha acompañado en estos procesos, en las campañas, ha sido mi apoyo para tomar decisiones, echar para adelante y ser arriesgado también en la política y en tomar decisiones. Ella siempre ha sido fundamental en eso y también mi mamá, que ha sido para mí un gran ejemplo.
¿Cómo quisiera que lo recordaran?
Mi convicción en la vida y lo que me ha movido es que trato de ser un buen profesional en lo que hago. Me he formado y trato de hacer mis actuaciones con mucha responsabilidad, pero al final lo que a mí más me importa es ser buena persona con la gente, con mis amigos, con la gente que por algún motivo he tenido que compartir espacios, de la gente que he sido jefe, con los que he sido compañeros de trabajo, compañeros del colegio, de la universidad, siempre ha sido tratar de que la gente al final del tiempo diga: ‘este man es bacano, es querido, es respetuoso’. Finalmente yo creo que eso es lo más importante. Habrá mucha gente, y sobre todo cuando uno está en la política, que no le gusta cómo uno piensa, no le gusta cuál es su ideología, y eso para mí es normal, pero ninguno de esos contradictores y la gente que no ha trabajado conmigo y que ve posiciones diferentes en mí, puede decir que yo he sido una mala persona, ni que los he maltratado o que he tratado de perseguir a nadie. Yo soy una persona tranquila, que me he dedicado toda la vida a construir buenas relaciones, a tener buenos amigos y a servirle a la gente que le puedo servir.
Un mensaje final que quiera dejar...
Yo le quiero decir, sobre todo a los padres de familia, que apoyen a sus hijos cuando les gusta el deporte, para que alrededor del deporte ellos puedan construir su proyecto de vida. Apoyen a los que les gusta jugar fútbol, voleibol, tenis, deportes extremos, lo que sea, porque el deporte siempre le da a uno cosas muy positivas. Entonces es muy importante que apoyen a sus hijos y también a los jóvenes que encuentren siempre en el deporte un refugio para todos los problemas que tienen. En el deporte uno puede resolver problemas, angustias. Como la gran enseñanza en la vida que me dejó mi papá y es que para tener amigos siempre tuviera un balón de fútbol. El deporte nos da muchas herramientas.