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Barranquilla. El uruguayo habló sobre el zaguero samario.

“Me tienen como el chico malo, pero ese es mi juego y no lo voy a cambiar”, dijo hace pocos días el defensor Jermein Peña, quien tras ganar en diciembre el título de la Liga del Fútbol Colombiano con Junior comenzó a recibir muchas críticas por su estilo en la cancha.

Algunos colegas también lo criticaron duramente por su pelea en la final con Brayan León Muñiz. No por lo que le dijo al delantero del Independiente Medellín, sino por revelarlo en los medios de comunicación.

Por su forma de jugar, duro, temperamental, algunos también lo han tildado de malintencionado. Julio Comesaña, el entrenador más exitoso en la historia de Junior, lo defendió y lo elogió en una entrevista con el periódico El Heraldo.

A veces parece un poco aparatoso. Está joven. Pero me gusta porque él es, de alguna manera, en algunas cosas, parecido a Rafael Pérez, sin la experiencia de él. Son jugadores que tienen en su interior el sentimiento del defensa. Así como el goleador vive con el gol y del gol, ellos son felices en el uno contra uno, en un cruce, quitándole la pelota al adversario, no dejándolo anotar. Y tienen temperamento. Peña cuando sale ya los demás se corren. Ya veo que hay jugadores contrarios que lo ven venir y ya no discuten nada. Empieza a generar, no temor, pero sí cuidado”, dijo el veterano DT.

“Yo no creo que sea malintencionado. Yo lo observo mucho y no lo veo nunca ir a meter una plancha, a pisar, no lo veo; él se tira y barre con lo que haya ahí, si se queda al pie de él, también se quedó. Es un jugador guapo, con coraje, de esos que contagian en el juego al equipo. Lo veo que ha mejorado mucho el arranque. A veces toma por el carril de zaguero y va. A medida que gane confianza, que tenga muchos partidos, se va a animar a jugar en campo contrario un poco más, es normal”, agregó el uruguayo.

Y lo siguió comparado con Pérez, zaguero cartagenero que fue titular con él en el cuadro rojiblanco.

“A Rafa me lo mandaba el técnico que está en Jaguares ahora, Hubert Bodhert, estaba en las menores del Cartagena y yo le pedí a algún jugador, y me mandó a Rafa. Tenía 16 años y jugaba de volante en la primera línea. Cuando vino Rafa a Junior (en 2017), yo hacía mucho rato no lo veía. Y la verdad que me dejó una sensación de seguridad tremenda. La pareja que teníamos con Jefferson Gómez, que estaba señalado para ser un crack extraordinario en todo. Tremendo jugador, y buen muchacho y todo. Una lástima. Rafa manda y es serio en la cancha cuando hay alguna cosa. Es como era (Luis) Narváez también. Son jugadores capaces de decirle algo a los compañeros. No tienen problemas”, finalizó.

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